Miremos bien, miremos quienes nos miran, con quienes dormimos, con quienes compartimos nuestro tiempo, con quienes te hablas, con quienes te confiezas, con quienes simplemente estas; porque de un dia para el otro esas personas (a las que alguna vez concideramos especiales) te pueden dar miles de puñaladas juntas, o tan solo una pero que duele como si fuera un millar.
Todos te fallan alguna vez, queda en vos perdonarlos o no.