Hace un tiempo venía pensando en que las cosas que uno quiere no se presentan de la forma más adecuada o deseable para uno, sino que aparecen de la nada; sorpresivamente y que cambian el ritmo el que tan acostumbrados estamos. De pensar que las cosas con las que convivo cambien, me da muchisimo terror; no solo por eso sino por miedo a que se vayan para siempre de mi vida. Aunque suelo pensar tambien que hay veces que debo soltarme de las cosas, y no pegarme ni vivir pendiente de ellas.
Los cambios siento que no sirven, por lo menos no me sirvieron a mi. Cuando eso paso aparecieron una complicacion tras otra, sin parar. Los conflictos y las peleas no se hisieron esperar, y ni hablar d los negativos comentarios de ajenos.
Tal vez sea lo que yo creo, no me gusta enfrentar los problemas. Me callo y sonrió, sigo hacia adelante y dejo guiarme por la corriente de la vida. No importa que no importa como, pero pase lo que pase que terminantemente prohibido decaer ante los cambios. Odiarlos esta bien, pero no aceptarlo demuestra una estupida ineptitud por parte de quien lo haya hecho.
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